Primero juntos y después dices: sí, acepto
Vivir juntos, en pareja y sin contraer matrimonio es una tendencia que muchos jóvenes están aplicando. Ante esta decisión hay pros y contras

Primero juntos y después dices: sí, acepto
Cuando se inicia un noviazgo, a cierta edad se habla de formar una vida en común, lo acostumbrado es que las parejas se casen y vivan la experiencia, pero hay otras que primero prefieren “probar” y ver si funciona para firmar ante un abogado o decir “sí, acepto” en la ceremonia religiosa. Vivir sin estar casados es un tema que siempre genera diversas reacciones, algunos están a favor y otros en contra.
Al consultarle sobre por qué algunas parejas deciden convivir primero y después si funciona la relación casarse, Margarita Weil Nuila, psicóloga y especialista en investigación respondió: “un elemento típico de las nuevas generaciones es la libertad y el manejo de compromisos en libertad, que sería lo más correcto. En ese sentido, el vivir juntos les permite sentirse libres de estar o no estar, es importante entonces que la relación se construya y ambos se sientan acompañados en sus proyectos de vida. En ese sentido buscan un compañero para la vida, un socio en muchos aspectos, y al casarse sienten que asumen "falta de libertad" y que esa ausencia de la misma agota en sí misma la relación”.
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Decisión personal
El que la pareja decida vivir primero junta sin casarse depende en gran manera de la educación, los principios, y las expectativas que tengan ambos sobre su relación. Es una decisión muy personal de las partes involucradas y que no deben tomar a la ligera. Antes de irse a vivir juntos, deben considerarse algunos puntos y sobre todo, estar conscientes que si bien no hay ningún comprobante legal de la relación, han decidido emprender una nueva forma de vida, de la cual se supone ya hablaron y dejaron los puntos claros sobre la mesa. “Como en toda relación de pareja hay que considerar los elementos del compromiso, lo económico, los proyectos de vida y sobre todo cómo valoran el hecho de ser libres pero comprometidos. El quiero estar aquí y haré lo posible por construir. Y que estén bien claros de cuál es el objetivo: casarse luego o no. Si ambos no están de acuerdo en ello habrá serios problemas. Esto último es la parte más importante y significativa, porque deja claro la finalidad de hacerlo”, explicó Weil Nuila.

Convivir previamente no garantiza que en el matrimonio todo será color rosa. De hecho, puede darse una ruptura en la convivencia y esto afecta siempre más a una persona que a la otra.
La decisión de vivir juntos antes de casarse o esperar hasta contraer matrimonio como se dijo anteriormente, depende de los principios, proyecto de vida y objetivos como pareja. Weil Nuila dijo: “La mejor respuesta es depende, depende de lo que usted quiera para su vida. En ambos casos (convivencia previa o matrimonio) se debe asumir un compromiso serio en pro de la relación. Lo que debes tener claro es que tú debes hacer lo que te hace sentir feliz y cómodo, jamás decidas algo solo por darle gusto a tu pareja porque vas directo a sentirse triste o infeliz, y eso al final destruye la relación”.
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